La dependencia emocional es una forma de
relacionarse que implica una fuerte necesidad de estar con la persona elegida, por
encima de cualquier otra actividad o persona. Es común que la persona elegida
sea una pareja sentimental, sin embargo este tipo de vínculo también puede
existir hacia nuestros padres, amigos, hermanos, etc.
Esta necesidad intensa, se vuelve el núcleo de su vida; invade la mayor parte de sus pensamientos, tiempo, decisiones, dinero, etc. desarrolla un fuerte temor al abandono y el imaginar terminar dicha relación da como resultado un sentimiento de vacío sin sentido de la vida.
Implica dependencia, debido a que la persona deja de ser capaz de tener un sentido de individualidad, ninguna actividad a solas o con otra persona es satisfactoria, sus decisiones se basan en poder estar o satisfacer a la otra persona y el objetivo de todas sus acciones y pensamientos dejan de tener un carácter individual.
A continuación se desglosan algunas características:
- Voracidad afectiva: Deseo de estar con la pareja sin límites de tiempo o espacio; la persona dependiente siente una necesidad de estar con la su pareja o saber de ésta a partir de mensajes, llamadas o peticiones constantes que en ocasiones se vuelven poco realistas. Las consecuencias de esta característica suelen ser afectaciones en otros ámbitos, por ejemplo dedicar menos tiempo a su trabajo/escuela, hijos, deberes, responsabilidades económicas, así como una disminución en su desempeño.
La
pareja se vuelve una prioridad indudable en la vida del dependiente, incluso
pudiendo perder poco a poco relaciones amistosas, pasatiempos, etc. debido a
que comienzan a visualizarse incluso como molestias e impedimentos para obtener
cada vez más de su pareja.
- Idealización de la persona a la cual se es dependiente: Las características que se valoran en la pareja se magnifican, y es visualizado por la persona dependiente como la única pareja capaz de comprenderlos, apoyarlos, quererlos, etc. por lo tanto el apoyo o consejo de alguien más es devaluado o incomparable al de su pareja.
En
algunos casos, si existe maltrato, es justificado y así negado, por lo cual la
persona dependiente no puede visualizar con suficiente claridad el posible daño
recibido; cuando personas cercanas hacen referencia a esto, suelen molestarse o
sentir que no se les comprende y que están malinterpretando las cosas.
Este
es el motivo por el cual sienten la necesidad de mantener los detalles de su
relación en secreto, pasando menos tiempo con la familia y alejándose así de
seres queridos.
- Dificultad para tomar decisiones propias: La persona dependiente busca (consciente o inconscientemente) un compañero que pueda “hacerse cargo”, por lo tanto al encontrar a una pareja que a sus ojos cuenta con cualidades muy “especiales”, permitirá que sea esta persona quien tome las decisiones: “Él dijo que era un buen trabajo para mí y cómo él es muy inteligente y conoce de negocios, lo acepté”. Así la persona deja de pensar por sí misma, abandona su propio criterio para aceptar todo lo que el otro diga.
- Baja autoestima: Este término se refiere a que la persona siente que no tiene suficientes cualidades, habilidades o aptitudes que le permitan sentirse valioso o capaz. Existen diferentes grados; desde reconocer algunas virtudes o capacidades en un ámbito, pero dudar sobre otras, por ejemplo: “Sé que soy inteligente porque he logrado un puesto gerencial, pero creo que soy poco simpática o graciosa porque no he podido encontrar una pareja”. Y un extremo será la persona que no logra reconocer ninguna virtud en sí misma.
En
las personas que desarrollan dependencia emocional, su baja autoestima está
relacionada con la creencia de que su pareja sabe mejor lo que necesita, pues tiene
mejores capacidades y cualidades para elegir. Sin embargo al observar con más a
detalle la relación, la idealización de la pareja es lo que la hace parecer con
más capacidad.
Así
la autoestima de la persona dependiente puede estar colocada en la pareja, es
decir, “soy valioso porque él/ella que es muy capaz, inteligente, atractivo, me
eligió a mí”, por lo tanto el salir de una relación dependiente implicaría
quedarse sin su “fuente” de autoestima.
El reconocer que estamos en una relación caracterizada por la dependencia es difícil, sin embargo cuando la mayor parte de nuestros seres queridos o personas cercanas nos comentan observar más angustia, tristeza, desesperación que felicidad y apoyo en nuestra relación, será importante prestar atención.
Suele ser doloroso reconocerlo, y más aún modificarlo, por lo cual la búsqueda de apoyo profesional puede permitir no sólo mejorar la situación de dependencia, sino arreglar lo necesario para no seguir repitiendo este patrón con nuevas parejas u otras personas cercanas.