Ir al contenido principal

Pasos para mejorar la fuerza de voluntad y seguir metas


Lograr lo que anhelamos es inherente al bienestar de todas las personas y con la llegada de la época decembrina, se acercan los propósitos de Año nuevo y las inquietudes sobre cómo cumplirlos.



Para establecer metas es importante seguir los siguientes pasos:

1. Evaluar el punto de partida

En este primer paso es importante evaluar varios aspectos. En primer lugar establecer y analizar el punto de partida, es decir, en qué punto se está y a qué punto se quiere llegar. Al evaluar la meta también se evalúa el entorno, los problemas específicos que puede haber antes de llegar a  la meta, si se cuentan con herramientas suficientes para cumplir con ella o si es necesario un apoyo adicional. En este primer paso es muy importante centrarse en objetivos que se encuentren dentro de nuestro dominio y que, con mayor facilidad, puedan resultar un éxito.

Asimismo, hay que ser sensatos con el propósito: una vez evaluado el punto de partida, ya conocemos en qué somos buenos y podemos establecer las metas cercanas a nuestro dominio. Aunque la gran meta o el objetivo general puede ser útil como estrella polar de lo que se va a realizar, es más probable conseguir una serie de metas cortas y sencillas que un propósito ambiguo generalizado o con un plazo indefinido. 

También es vital evaluar, como punto de partida, los desafíos correspondientes a cada edad, pues, por ejemplo, es poco probable que un adolescente pueda conseguir por sí solo generar los ingresos para comprarse un coche deportivo o formar una familia, lo más factible en este caso es que, en el intento, descuide factores que en realidad le pueden favorecer y que en algún momento pueda conseguir. Vale la pena tener en mente que algunas personas con problemas similares han conseguido los mismos objetivos mediante esfuerzos sostenidos. 

Es primordial revisar las expectativas que se tienen del propósito y evaluar qué componentes del propósito vienen de una motivación real y personal  y cuáles provienen del entorno o de alguien más, esto va ayudar a fortalecer las motivaciones intrínsecas (si es que las hay) y en caso de que las motivaciones sean extrínsecas (o del exterior) hacerlas conscientes para evaluar qué puntos de esas motivaciones del exterior tienen que ver con uno mismo y separar las que no será posible establecer como compromiso. Puede ser necesario conseguir información adicional al respecto de la meta para resolver “malos entendidos” al respecto de la misma, por ejemplo: informarse al respecto de qué va a pasar durante un entrenamiento o una dieta puede ayudar considerablemente a tolerar las frustraciones que de estos provengan. 

2. Establecer la meta

En este segundo paso el deseo se convierte en intención. Puede ser útil hacer un bosquejo de la meta. Es probable que el primer objetivo se haga de manera general y ambigua, como se mencionaba anteriormente. Vale la pena considerar estas metas ambiguas como una directriz y no como un propósito tal cual y, sobre ésta, formular la meta en términos específicos, separar qué conductas particulares son deseadas de forma corta, clara y sencilla. 

3. Idear un plan de acción

El paso más importante para poder cumplir un objetivo es el plan de acción, el cual es aún más específico. En este paso se debe considerar concretamente ¿qué se va hacer?, ¿cuándo?, ¿dónde?, ¿cómo?, ¿con quién(es)?, y ¿hasta cuándo se va a realizar esto que se espera hacer? Para favorecer que el propósito sea exitoso, puede ser útil incorporar el plan de acción lo más cercano a lo cotidiano. El plan de acción también debe contemplar las posibles barreras que pueden entorpecer el propósito con la finalidad de hacerlas conscientes y así poder anticiparlas de manera que también se pueda planear qué hacer en caso de que se presenten dichos obstáculos. Retomando el ejemplo del acondicionamiento físico, se puede plantear: ¿qué voy a hacer si me siento fatigado o con dolor? 

Para finalizar, el último elemento que debe tener un plan de acción es la expectativa de logro: del 1 al 10, en otras palabras: ¿qué confianza tengo en que puedo lograr esta actividad en particular? En ocasiones suele ser útil escribirlo y tenerlo de forma accesible como un recordatorio. 

4. Llevar a cabo la acción

Empieza cuanto antes, postergar la acción sólo va a fortalecer la resistencia a lograr los objetivos. Mucha gente prefiere empezar sus propósitos un lunes en la mañana, sin embargo, puedes acoplar tus propósitos a tu vida cotidiana y empezar en cuanto puedas; los miércoles por la tarde tampoco son mala opción para empezar. 

Esfuérzate y exígete cumplir, pero sé flexible y compresivo contigo mismo: conoce tus límites y regresa a tu plan “B” cuando consideres que está siendo complicado. Mantente al alcance sólo de herramientas que te ayuden a seguir enfocado en tu objetivo, rodearse de gente con objetivos similares o con historias de éxito respecto a metas similares puede ser muy útil. 

5. Evaluar y retroalimentar 

Cuando llegue la fecha límite que se estableció en el plan de acción, es importante evaluar el desempeño de cada acción, los obstáculos que se presentaron y qué se pudo haber mejorado. Es recomendable que, tras esta evaluación y retroalimentación se pueda realizar un nuevo plan de acción, no es una fecha para detener el proceso, sino, más bien, es una fecha para replantear nuevamente objetivos y mantenernos constantemente retándonos y mejorándonos día a día. 



Entradas populares de este blog

El superyó en la neurosis obsesiva

Al leer el historial del Hombre de las ratas, uno de los elementos más llamativos es la severidad y la dependencia del yo con relación al superyó en Ernst Lanzer.En la neurosis obsesiva, el superyó es una instancia que presiona con mucha fuerza el aparato mental generando sufrimiento. Por otro lado, esta neurosis pudiera ser “socialmente aceptable”, justo por los mismos motivos, un superyó exigente que embona con el sistema de normas y reglas. Probablemente en muchos casos (como el del hombre de las ratas) existe un punto en el que el cierto equilibrio logrado se rompe y comienza a haber una serie de ideas obsesivas que dominan la mente y la voluntad evitando que la persona pueda dedicar su energía a otros aspectos que este desee. La culpa del hombre de las ratas es por una deuda impaga, es genuina en cuanto a sentimiento de culpa (culpa señal) que brota del complejo de Edipo. Pero su contenido, el motivo de la culpa, se halla desplazado. Un motivo moral (la deuda) es un señue

Padres sobreprotectores

El vínculo temprano con la madre es un factor decisivo en la conformación de la estructuración psíquica de todo ser humano; también es a partir de este vínculo que se establecerá el tipo de relaciones objetales.  La relación temprana genera una posición relacional básica y estableciendo capacidades parentales potenciales y también un deseo de recrear esa relación. La función de la madre se ejerce a partir del maternaje, que se conceptualiza como un conjunto de procesos psico-afectivos que se desarrollan e integran en la mujer en ocasión de su maternidad. En el maternaje son los recursos internos y externos los que permitirán enfrentar y superar los nuevos desafíos que plantea el desarrollo del niño (Vidal, Alarcón y Lolas, 1995, citado por Manzo, M. 2011). De lo anterior, se puede visualizar la importancia de un buen maternaje y de la comprensión de los fenómenos patológicos originados por una desviación en esta labor. En el presente trabajo se busca comprender tanto las  moti

El papel de los padres en el tratamiento psicoanalítico de sus hijos

Cuando Freud llevó a cabo el tratamiento de Juanito a través de su padre, buscaba el material necesario que pudiera confirmar su teoría sobre la sexualidad infantil y el origen de los síntomas neuróticos, tema en el cual se encontraban dispuestos todos sus esfuerzos. Freud logró dos cosas con este caso: Primero se dirigió al padre en la tarea analítica difícil de ayudar al niño a resolver su complejo de Edipo y la angustia de castración. En segundo lugar, se permitió escuchar y guiar por el niño, que proporcionaba información valiosa acerca de la sexualidad infantil. Freud fue capaz de empatizar con el niño a su nivel de desarrollo y al mismo tiempo dar un paso atrás y mirar el material desde el punto de vista de un adulto preocupado e interesado. Tal enfoque básico es la esencia de trabajo terapéutico con niños. (Garber, B., 2001) Actualmente, el papel que los padres tienen en el análisis de su hijo es crucial; por un lado podrían ser quienes permitan el tratamiento y as