El sufrimiento es una sensación
que experimentamos todos los seres humanos al enfrentar un momento de tristeza, dolor o desilusión; son
sentimientos desagradables debido a que generan malestar, haciéndonos sentir
que seguir adelante será difícil o en los casos más graves que no tendrá sentido retomar nuestro camino.
Sin embargo, por más dolorosos
que sean, todos los sentimientos nos sirven para algo. En este caso la
decepción amorosa será de utilidad para tratar de entender qué es lo que
buscamos en una pareja, recapacitar sobre cómo hemos actuado hasta el momento y
ajustar lo que sea necesario para tener un mejor resultado la siguiente
ocasión. El riesgo de evitar el sufrimiento sería evadir nuestros sentimientos
y por lo tanto no reflexionar sobre nosotros mismos, trayéndonos como
consecuencia la repetición continua de conductas estériles.
Una ruptura amorosa representa un
duelo, por lo cual serán varios los sentimientos envueltos en dicha situación.
Las etapas son las siguientes:
1)
Negación: Esta puede sentirse como el no poder
creer que terminó la relación, pensar que podrán regresar a estar juntos o
incluso el no sentir ningún cambio o sentimiento ante la ruptura. Esto nos
permite amortiguar el dolor.
2)
Enojo/euforia: Sucede cuando comenzamos a
cuestionar el porqué de lo sucedido. La sensación principal es el sentir que
estamos ante una injusticia. En muchas ocasiones esta etapa nos lleva a buscar
de manera maniaca otra pareja, con la finalidad de evitar el dolor. Si en este
momento iniciamos otra relación, es probable que nos desilusionemos nuevamente,
ya que estaremos acumulando sentimientos correspondientes a otras relaciones.
3)
Pacto/negociación: Es una fase en la que
intentamos superar la situación haciendo un acuerdo con nosotros mismos de lo
que estaríamos dispuestos a hacer o cambiar para que las cosas mejoraran. Es un
momento de reflexión que nos permitirá hacer los ajustes necesarios.
4)
Depresión: Es un estado, en general temporario y
preparatorio para la aceptación de la realidad, el poder expresar el dolor,
permitirá la aceptación total de la ruptura amorosa.
5)
Aceptación: Es en esta etapa en la que se puede
visualizar el porvenir con mayor tranquilidad. Generalmente nos sentimos con
esperanzas, podemos hablar de la ruptura sin tanto dolor y ya no resulta tan difícil
estar solos. Es importante mencionar que para llegar a esta etapa habrá sido
fundamental experimentar las anteriores.
De esta manera el haber sentido
lo que es una decepción amorosa nos permitirá comprender, madurar y mejorar; no
se puede caminar sin antes gatear o dar algunos tropiezos. Ahora bien, cuando
nos percatamos de que la mayor parte del tiempo nos sentimos desilusionados del
amor, nos encontramos una y otra vez en relaciones que nos producen más dolor
que satisfacción o simplemente que por un largo periodo de tiempo no hemos
podido tener una relación estable a pesar de quererlo, es síntoma de que algo
anda mal.
“Ya no existen hombres buenos en el mundo”, “las relaciones ya no
son como antes”, “la infidelidad es más común ahora”, “yo no creo en el amor”,
son frases características de aquellas personas que continuamente se han
encontrado en relaciones fallidas y que generan esta concepción de las
relaciones humanas y amorosas como resultado de sus continuas decepciones. Es
importante resaltar que el común denominador de todas ellas, es que tienen la
certeza de que son los demás quienes han tenido la culpa de que sus relaciones
no hayan funcionado.
El reconocer cuál ha sido nuestra
participación en que nuestras relaciones fallen, será lo que nos permita lograr
una pareja estable y sin más decepciones. Si todas nuestras relaciones han
terminado por infidelidad, o continuamente sentimos atracción por personas que
ya tienen una pareja o que no nos corresponden, tendremos que detenernos a recapacitar
en porqué nos sentimos atraídos hacia este tipo de personas, y reconocer que
una parte de nosotros ha buscado de manera inconsciente y repetitiva este
patrón.
Es importante el permitirnos
pasar por todas las etapas del duelo y dar tiempo a cada una de ellas, pues
solo de esta manera podremos estar en condiciones de intentarlo nuevamente. En
ocasiones sucede que nos estancamos en una de ellas, y ha pasado mucho tiempo
sin que podamos sentir que dejó de doler esa ruptura amorosa; ante esto lo más
recomendable será acudir con un profesional en salud mental que nos ayude a
superar esta pérdida y a percatarnos de qué es lo que estamos haciendo para
encontrarnos ante desilusiones amorosas una y otra vez.